El deporte y la disfunción eréctil

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No es ningún secreto que deporte y disfunción eréctil no se llevan para nada bien. En numerosas ocasiones tendemos a procrastinar la actividad física o en sencillas cuentas; nos da pereza. Pero tenemos que cambiar nuestro pensamiento si realmente queremos dar la talla

Hacer deporte y la disfunción eréctil son dos cosas que no casan muy bien. ¡Y eso es bueno para nosotros! Este, es uno de los pilares fundamentales para tener una buena salud cardiovascular, reducir la presión arterial, controlar el peso o el colesterol. No solo mejora el estado físico, sino que cuenta con múltiples beneficios para la salud mental al estimular el estado de ánimo, permitiendo aliviar situaciones de estrés y ansiedad.

Nuestros expertos en medicina sexual masculina te contarán en el día de hoy los pasos a seguir para llevar el día a día de la forma más saludable en todos los sentidos

¿Reduce el deporte la disfunción eréctil?

La actividad física ha demostrado tener una influencia positiva en la impotencia. Las causas de la disfunción eréctil pueden ser tanto físicas como psicológicas.

Dentro de los factores físicos, problemas cardiovasculares, diabetes, consumo de tabaco o hipertensión arterial influyen de manera significativa en el paso de la sangre por los vasos sanguíneos, provocando la incapacidad para tener una erección.

Practicar deporte ayuda a mejorar la circulación, aumenta los niveles de testosterona, disminuye el colesterol permitiendo un aumento en el flujo de sangre hacia el pene. Además, gracias al incremento en los niveles de testosterona se produce un aumento en la libido.

En cuanto a los factores psicológicos juegan un papel muy importante a la hora de practicar nuestras relaciones sexuales. Tanto el estrés, como la angustia o la ansiedad pueden hacer que el momento donde más disfrutas sea en el que peor lo pases. Todo ello es capaz de formar un cúmulo de emociones capaz de detener o incluso, imposibilidad toda erección posible. Depresión y calidad sexual, es una de las peores conjugaciones posibles, de hecho, este es uno de los principales problemas de impotencia

¿Deporte y erección? ¡Más compatibles que una piscina y Michael Phelps! A su vez la actividad física nos ayuda a liberar todos aquellos problemas psicológicos que acarreamos durante todos los días.

Cuando se realiza ejercicio, el cuerpo produce endorfinas, pequeñas moléculas generadas por el cerebro, cuyos efectos son potencialmente positivos. Estas anulan las emociones y sensaciones negativas, reducen la sensación de dolor y limitan el sofoco y agotamiento. 

Por tanto, hacer ejercicio después de tener relaciones sexuales te beneficiará en gran medida. De hecho, deporte y sexo, van juntos siempre. ¿Has escuchado en alguna ocasión que te hace perder muchas calorías? Pues es totalmente cierto, así que, ¡ponte las zapatillas y a correr! 

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Sexo y deporte: ejercicios físicos que podemos practicar

Hacer ejercicio de manera regular afecta positivamente al cuerpo y la mente. A la hora de hacer deporte es recomendable consultar con el médico sobre la variedad de ejercicios a realizar. Por lo general, es importante realizar deporte de manera moderada para ir aumentando progresivamente y siempre cuidando la hidratación.

Nuestro apetito sexual se verá incrementado al hacer actividades físicas puesto que se genera una gran cantidad de testosterona y el deporte es fundamental para ello. En Clínicas The Test queremos que disfrutes al máximo del sexo por ello, nuestros andrólogos especializados, recomiendan practicar ejercicio a través de: 

  • Running y atletismo

Según un estudio de la Universidad de Harvard el hecho de realizar 30 minutos diarios de carrera continua disminuye hasta en un 50% las posibilidades de sufrir disfunción eréctil. De hecho, esta práctica es suficiente para mejorar la resistencia sexual.

  • Natación

Un estudio donde se investigaba a 160 nadadores de entre 40 y 60 años encontró positivas evidencias entre la natación y la frecuencia con la que se mantenían relaciones sexuales. Incluso, los nadadores de 60 años tenían una vida sexual tan activa o más que los de 40. ¡La juventud no se pierde con la edad!

  • Fútbol

Deporte practicado por el mundo entero. Este favorece la actividad sexual ya que, al aire libre, los rayos del sol estimulan la producción de vitamina D. Esta es esencial para la producción de testosterona por lo que se producirá un aumento en la libido. ¡Si metes algún gol por leer este post, mencionanos! 

  • Yoga

Según la Universidad de Salud de Loyola, practicar yoga en pareja mejora notablemente las relaciones sexuales porque aporta una mayor relajación, diversión, confianza y compenetración. Aparte de ello, nos beneficia en cuanto a liberación de estrés se refiere, factor psicológico muy a tener en cuenta si queremos hacer un disfrute total del sexo. 

Pero no todo es oro lo que reluce. Hay que tener cierto cuidado cuando practicamos distintos deportes porque algunos pueden aumentar el riesgo de padecer disfunción eréctil. El ciclismo y los profesionales de la hípica pueden tener un riesgo mayor de sufrir impotencia por la compresión que se produce en las indumentarias que llevan, los nervios o el propio estrés de la competición. 

En definitiva, cualquier ayuda es buena para reducir el riesgo de padecer problemas de disfunción eréctil. Realizar ejercicio físico aeróbico como los mencionados anteriormente e incluso bailar nos puede ayudar a mejorar tanto la salud física como sexual.

El deporte y la disfunción eréctil son totalmente contrarios, pero con estos consejos, conseguirás desprenderte de ella. Si tienes dudas, puedes realizarte el test IIFE de forma totalmente gratuita y sin ningún tipo de compromiso. ¡Sal, corre y disfruta del aire libre! 

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